Sistemas de almacenamiento:
FRENO AL VERTIMIENTO
En el mediano plazo, se han realizado diferentes ejercicios de planificación que dan cuenta de la necesidad de incorporar sistemas de almacenamiento a la red y que ‘si bien cada uno de estos ejercicios está basado en diferentes supuestos y consideraciones, existe cierto grado de concordancia en que durante esta década el requerimiento de sistemas de almacenamiento es del orden de 2.000 MW de 6 a 8 horas de duración, concentrados principalmente en la zona norte del país’.
Por su parte, la Comisión Nacional de Energía (CNE) considera, de acuerdo con los análisis contenidos en el proceso de planificación de la transmisión del 2022, un desarrollo de almacenamiento para el 2027 en un rango entre 1.200 MW y 2.550 MW (en promedio 1.850 MW), y para el 2030 entre 2.000 MW y 3.450 MW (en promedio 2.650 MW). Sobre la urgencia de implementar sistemas de almacenamiento, el consenso apunta a que, en la medida que las centrales termoeléctricas sean retiradas del sistema, lo que implica una disminución de la inercia mecánica que estas máquinas le proveen al sistema eléctrico y que permiten balancear oferta y demanda ante contingencias; se generarán requerimientos que deberán ser satisfechos por otro tipo de atributos de balance de red.
Resolver los obstáculos no sólo aumentará la flexibilidad y dará mayor seguridad al suministro, sino que además permitirá acelerar el proceso de transición eléctrica y alcanzar la anhelada carbono neutralidad al 2050. Lo cierto es que el actual escenario obliga a la industria a revisar y corregir con urgencia los factores que están produciendo esta pérdida de ERNC.
Fuente: Revista Nueva Minería y Energía.