[vc_row][vc_column][tm_heading style=”thick-separator” tag=”h5″ custom_google_font=”” google_fonts=”font_family:Poppins%3A300%2Cregular%2C500%2C600%2C700|font_style:300%20light%20regular%3A300%3Anormal” text=”Reducción de costos y huella de carbono son ventajas del teletrabajo para empresas” font_size=”lg:32″][vc_column_text]
Docente de la Universidad Técnica Federico Santa María analiza el impacto que tiene la modalidad remota en el desempeño laboral.
En un escenario de suma complejidad, asociado a pérdidas de rentabilidad, baja en las ventas e incluso paralización de operaciones en algunos rubros, hay una ventaja poco explorada del teletrabajo que los expertos están poniendo en valor, a partir de un proceso que si bien ha sido obligado por la emergencia sanitaria, podría haber llegado para quedarse.
Según precisa Israel Figueroa Pedreros, docente de la Carrera de Técnico Universitario en Telecomunicaciones y Redes de la Universidad Técnica Federico Santa María sede Concepción, la empresa o institución disminuye la huella de carbono de la actividad productiva al eliminar el gasto energético asociado a los traslados y el costo de espacio físico, que de cierta forma es externalizado al empleado.
Para los trabajadores, en tanto, el eliminar los traslados al trabajo implica un ahorro en tiempo y dinero; además, se da la posibilidad de trabajar en otra ciudad (o país) sin tener que trasladarse, lo que puede reducir hotelería o viáticos. “El trabajo a distancia irá ganando terreno con el tiempo. Se irán encontrando nichos donde este tipo de actividades tengan sentido y generarán un mercado como ha ocurrido con el transporte de personas y alimentos. Son transformaciones disruptivas que generan comunidad y transforman la manera en que nos relacionamos”.
-¿Considera que Chile está preparado para un mayor desarrollo de este tipo de modalidad?
-En el área de las tecnologías de información es algo que se viene viendo desde hace un tiempo, se trabaja más en función de metas y no es tan importante cumplir horarios; pero existen áreas donde este tipo de modalidad va a permear muy poco. El teletrabajo ha ido ganando terreno en aspectos como la “milla final” de logística/transporte -no necesariamente desde el domicilio-, entrevistas y reuniones laborales remotas como atención de psicólogos por video llamada, servicio al cliente, etc. Los “cowork” (trabajo colaborativo) han mostrado que existe una necesidad para trabajar en cualquier momento y que ya hay una oferta de profesionales dispuestos a ejercer en esta modalidad.
-¿Y qué temas deberían preocupar especialmente a las empresas para incorporar esta fórmula?
-Hay temas como el acceso a la conectividad adecuada, tener los recursos computacionales, el espacio físico dentro de los hogares; que una vez resueltos, van a motivar a las empresas a ocupar ese recurso dentro de procesos internos que le hagan sentido. Siento que los incentivos deben estar en generar las condiciones o dar la capacidad a los trabajadores de manera que las empresas puedan seleccionarlos para puestos remotos. Esto ocurrirá de manera natural, con tecnologías disruptivas como el tan esperado 5G en conjunto con el constante e inexorable avance de las tecnologías computacionales.
-¿Cuánto aportan las tecnologías basadas en la nube a este proceso?
-La tecnología cloud está bastante madura, tenemos grandes datacenter instalados o proyectados en su construcción en nuestro país, como Amaron Web Service, que permitirán potenciar el que las empresas cambien de un modelo “in house” con servidores en sus premisas, a uno cloud, que de manera más natural permite que uno este “en la empresa” en cualquier lugar. Otro aspecto es que existen proveedores como Starlink, que trabajan en alcanzar una conectividad global completa, lo cual terminará por acortar la brecha para cubrir todo el país.
-¿Y cuáles son los riesgos?
-Hay riesgos como las cuentas falsas, disputas laborales y calidad de atención al cliente final que deben resguardarse. Siento que hay una tensión entre el derecho a la privacidad de las personas y la necesidad de tener un Estado con un rol más activo supervisando este tipo de actividad laboral. Fijar una infraestructura tecnológica, que permita registrar esta relación laboral y fijar canales de disputa únicos para todas las partes puede servir para brindarle más seriedad a la modalidad para trabajadores y empleadores.
Fuente: El Sur de Concepción[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][tm_spacer size=”lg:30″][/vc_column][/vc_row]