[vc_row][vc_column][tm_heading style=”thick-separator” tag=”h5″ custom_google_font=”” google_fonts=”font_family:Poppins%3A300%2Cregular%2C500%2C600%2C700|font_style:300%20light%20regular%3A300%3Anormal” text=”Opinión – Transición energética hacia una matriz cero emisiones” font_size=”lg:32″][vc_column_text]
La reciente publicación del informe del IPCC y su urgente llamado a detener el calentamiento global, ha repuesto en las portadas de los medios este tremendo desafío, por lejos el mayor que ha enfrentado la humanidad en la era moderna.
En Chile, el sector de Energía es el responsable de la mayor proporción de las emisiones de gases de efecto invernadero causantes del calentamiento global, principalmente CO2. Es por eso que este sector aparece como el candidato a hacer los mayores aportes en las reducciones de emisiones, que compromete Chile en su Contribución Nacional Determinada. Y, lo más importante, dada la competitividad de los costos de las energías renovables no convencionales, esos aportes serán costos eficientes.
Para que los aportes del sector de energía eléctrica en la transición lleguen tan pronto como sea posible, y se implementen de manera eficiente, sin ocasionar sobrecostos a los consumidores finales, se deben implementar los cambios necesarios para que ello ocurra como un proceso de transición energética, en el que participan múltiples actores: autoridades, parlamento, empresas generadoras, consumidores, academia, consultores, proveedores, entre otros.
La transición energética no es solamente un proceso técnico o un proceso ambiental, sino que abarca los diferentes ámbitos de la sociedad, económicos, técnicos y, por supuesto, ambientales.
Se requieren liderazgos en esas áreas, que discuten y propongan las medidas necesarias para que la transición ocurra en plazos lo más cortos posibles, debido a la necesidad de encarar el calentamiento global por la vía de reducir las emisiones de GEI, y a la vez, gestionar la transición para mantener un suministro seguro y competitivo de energía a los consumidores de todo Chile.
Desde ACERA, estamos muy conscientes y comprometidos del aporte que podemos y debemos hacer en esta transición. Además de motivar la movilización del sector para que se sigan realizando las inversiones necesarias en generación limpia, pensamos que un aporte esencial es proponer al país y sus autoridades, una ruta de transición que identifique los riesgos que se enfrentarán y la forma de mitigarlos, logrando así un tránsito seguro.
Para ello, estamos desarrollando el estudio ‘Ruta de Referencia para Alcanzar Cero Emisiones en el Sector de Generación de Energía Eléctrica en Chile’, del que pronto se darán a conocer resultados para la fase inicial de la transición, centrada en el retiro de las centrales a carbón según los acuerdos de las empresas generadoras con el gobierno, y donde queremos aportar a dar respuestas a preguntas que hasta ahora no se han contestado, entre ellas, si es posible retirar la totalidad de las centrales a carbón en el año 2025. Esperamos que esta visión sea compartida por otras instituciones y organismos, que tributen desde sus propios campos de acción, para lograr una transición energética que sea expedita, segura y sin impacto negativo en los costos de energía que actualmente enfrentan los consumidores del país.
Fuente: Diario Financiero[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][tm_spacer size=”lg:30″][/vc_column][/vc_row]