[vc_row][vc_column][tm_heading style=”thick-separator” tag=”h5″ custom_google_font=”” google_fonts=”font_family:Poppins%3A300%2Cregular%2C500%2C600%2C700|font_style:300%20light%20regular%3A300%3Anormal” text=”Opinión – El debate por el desarrollo de la energía nuclear en Chile y el mundo” font_size=”lg:32″][vc_column_text]

Columna de opinión de Ana Lía Rojas, directora ejecutiva de ACERA

Desde La Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento, ACERA A.G., siempre hemos apostado por la diversificación de la matriz, creemos que mientras más tipos de energía tengamos, mayor será la seguridad del suministro, y así también se puede enfocar de mejor forma el impacto medioambiental. Chile es un país privilegiado al contar con todos los recursos necesarios para el desarrollo de energías renovables no convencionales, y a pesar de que no todos los países del mundo cuentan con esa realidad, el camino pareciera ser el mismo para todos y así se ha ido demostrando a lo largo de los años. Las renovables son la vía para lograr las metas del Acuerdo de París e intentar frenar la crisis climática que estamos viviendo.

El debate por el desarrollo de la energía nuclear en Chile y el mundo ha sido extenso, y si bien sabemos que en el proceso de generación no produce emisiones, esto no la absuelve de todas las otras consecuencias que implica instalar una planta de este tipo. No produce emisiones al generar energía, es cierto, pero sí hay complejidades y riesgos en el proceso de extracción del uranio que produce gases de efecto invernadero, y a la eliminación de los residuos radiactivos que implica para los países con unidades nucleares de generación la búsqueda de un depósito final de residuos que ocupará a varias generaciones, y que costará miles de millones de dólares.

Por cierto, la amenaza de accidentes nucleares, como los ocurridos en Chernóbil y Fukushima, permanecen como la principal razón para alejarse de la solución nuclear, por las consecuencias que tiene la población local y en hacer inhabitable el medio que afecta. En Chile la discusión respecto de la energía nuclear debiera estar zanjada, no hay proyectos de generación nuclear en carpeta y pareciera haber consenso en seguir fomentando el desarrollo de las energías renovables, de tecnologías habilitantes, potenciando los proyectos de almacenamiento y también de hidrógeno verde.

Por su parte, el uso del gas natural en el transporte y la generación de energía eléctrica reduce en cerca de un 100% el material particulado fino y óxido de azufre, en un 96% las emisiones de CO2 y en más de un 75% las emisiones de óxido de nitrógeno. Aún a pesar de los mejores indicadores de emisiones que tiene respecto del carbón, desde ACERA tampoco podríamos considerarlo una energía limpia o verde, pero si es una energía que permitirá en los próximos años reemplazar carbón y disminuir los aportes de emisiones del sector eléctrico, mientras se desarrolla, construye e implementar un sistema eléctrico 100% renovable y carbono neutral, y las tecnologías habilitantes que permitan la inserción de éstas en el sistema eléctrico.

Tras la decisión de la UE, será importante la reacción de los inversionistas y mercados financieros para ver si realmente apostarán por la nuclear. La mayoría de los grandes fondos ya se han retirado del carbón, por lo que muy probable que la nuclear tampoco logre atraer el financiamiento que requiere, por ser activos que requieren de una alta gestión de riesgos económicos ambientales, comunitarios y técnicos, que los fondos quieren evitar.

 

Fuente: H2Chile[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][tm_spacer size=”lg:30″][/vc_column][/vc_row]