[vc_row][vc_column][tm_heading style=”thick-separator” tag=”h5″ custom_google_font=”” text=”Los megaproyectos eléctricos ahora son solares y eólicos
” font_size=”lg:32″][vc_column_text]En las últimas semanas se han anunciado diversas iniciativas renovables de gran escala. Entre estas, se encuentran obras de Colbún y Enel, proyectos que superan los 600 MW en el caso del primero y 380 MW en el segundo. Desde la industria aseguran que esto se ha podido lograr debido a los avances tecnológicos y porque el mayor tamaño no implica más impacto medioambiental.

Hace tres años, en agosto de 2016, la ex Endesa –hoy Enel- tomó una decisión histórica: la devolución de derechos de agua asociados a cinco iniciativas hiroéctricas, entre entre ellos dos megaproyectos: las centrales Futaleufú (1.330 MW) y Puelo (750 MW). Esta medida, sumada al fin del proyecto HidroAysén unos años antes, revelaron que este sector cambiaba su foco y dejaba de insistir con estas inversiones de gran tamaño para enfocarse en desarrollos menores y, además, renovables. Fue así como una extensa cartera de proyectos de gran tamaño se archivaba definitivamente: las centrales a carbón Punta Alcalde (de Endesa), Santa María II (Colbún) y unidades a gas como Los Robles (AES Gener), sin contar al extenso pipeline hidroeléctrico que Endesa manejaba en la zona sur.

Desde entonces, el protagonismo se lo comenzaron a ganar las centrales renovables, específicamente las eólicas y solares. El rechazo a los grandes proyectos convencionales, pero también la creciente competitividad de estas unidades en materia de costos terminó por instalarlas como la alternativa de crecimiento más ventajosa hacia el futuro. Y si bien estas centrales renovables comenzaron siendo pequeñas, con unidades como Canela I (18 MW), de Endesa y Solar 3, de Solarpack (1 MW); la cartera de proyectos renovables de las grandes generadoras como Enel, Colbún y AES Gener, muestra que a futuro veremos verdaderos megaproyectos solares y eólicos, una tendencia que ya se está dando en el mundo y que en Chile, dado el potencial que tienen estas tecnologías, también se está asomando. Parte de la explicación de este fenómeno está en que los últimos años la inversión que se requiere para estas centrales ha ido disminuyendo.

Según cifras de la Comisión Nacional de Energía (CNE), el costo unitario de inversión para un proyecto solar fotovoltaico, es de US$970 por KW instalado y uno eólico, US$1.361. En cambio, el costo unitario que necesita una central hídrica de pasada es de US$4.050 por KW. Otro factor que influye en que los proyectos renovables se estén haciendo más grandes es que hay un aumento en la eficiencia de los paneles solares y los aerogeneradores. Uno de los principales impulsores que está llevando adelante grandes proyectos verdes, es Colbún, que tiene una cartera de iniciativas renovables robusta. Destaca la central eólica Horizonte de 607 MW de potencia instalada y en la que se está trabajando para ingresar los permisos a fines de año. Pero la empresa está analizando más proyectos de este tipo.

Su portafolio considera agregar 1.670 MW solares y 1.617 eólicos, con unidades en torno a los 400 MW de capacidad. Otra empresa que está llevando adelante grandes proyectos renovables es la italiana Enel. Hace pocos días, la empresa anunció que comenzaron la construcción del proyecto solar más grande en Chile hasta ahora: Campos del Sol, que tiene 382 MW de potencia instalada. Además, desde la empresa dijeron que durante los dos próximos años, el grupo Enel en Chile contará con 1.100 MW de nueva capacidad de generación renovable. De estos, casi 800 MW son solares. AES Gener también está desarrollando un portafolio ambicioso para los próximos años, donde algunos están en construcción y otros en fases anteriores. Por ejemplo, en proyectos eólicos, cuenta con una cartera eólica de 2.445 MW y una solar de 560 MW. En tanto, la francesa Engie, cuenta con proyectos solares y eólicos por unos 1.000 MW en los próximos años. Por último, Acciona es otra generadora que sigue la misma línea.

La empresa posee la central El Romero, proyecto solar de 246 MW de potencia instalada. La española también tiene en carpeta otros proyectos renovables que alcanzan los 800 MW. Impacto medioambiental Este nuevo foco tiene una gran ventaja: las centrales eólicas y solares presentan escasa o nula conflictividad, lo que agiliza la obtención de permisos y, por ello, desde su diseño hasta la entrada en operaciones, pasa mucho menos tiempo. El punto en contra es que necesitan mayor capacidad de transmisión, pues en general se ubican lejos de los grandes centros de consumo, como Santiago. Por ello, en el sector ya se habla de que se requiere con urgencia una segunda línea, paralela a Cardones- Polpaico, que pese a ser inaugurada apenas hace cinco meses ya está copada.

El ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, explica que ‘las mejoras sustanciales en la eficiencia de las turbinas eólicas así como también de los paneles fotovoltaicos permiten desarrollar proyectos sobre los 400 MW con un menor impacto ambiental, en comparación a lo que hubiera sido hace unos años atrás con la tecnología disponible en ese entonces’. En tanto, el presidente ejecutivo de Generadoras, Claudio Seebach, comenta que la gran mayoría de los nuevos grandes proyectos de energía renovable, tanto solar como eólico, ocurre en terreno fiscales en el norte, en zonas de muy baja o nula presencia de comunidades cercanas. ‘Además, son proyectos de bajo o muy bajo impacto ambiental, y cero emisiones contaminantes. Son por lo tanto, menos complejos en términos de obtención de permisos de construcción y operación’, dijo.

Para el director ejecutivo de Acera, Carlos Finat también es positivo la construcción de grandes proyectos renovables. Agregó que el problema medio ambiental y con las comunidades no surge por el tamaño de una obra, sino que más por las medidas de mitigación que se pueden tomar y el relacionamiento con las comunidades. Por último, la economista, y socia fundadora EnerConnex Consultores, Ana Lía Rojas, valoró las iniciativas. Al respecto dijo que ‘la transición energética y descarbonizacion requiere de volumenes de suministro renovable capaz de reemplazar los 1.400 MW de carbón que salen en 2024. SA diferencia de los otros, para Rojas los grandes proyectos sí tienen mayor impacto y ‘por eso debe complementarse, para mi punto de vista, con generación distribuida’, dijo.

Fuente: La Tercera – Pulso[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][tm_spacer size=”lg:30″][/vc_column][/vc_row]