La Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (ACERA) partió ayer la celebración de su vigésimo aniversario con un encuentro de dos días en Centro Parque, que está congregando a las autoridades y agentes más importantes del mercado eléctrico. Aquí, sus principales líderes analizan parte de los focos del evento y proyectan lo que viene para el gremio.
Lograr la descarbonización al 2050 requiere de un trabajo conjunto y para ello, Chile sigue un ambicioso plan de transición energética que hasta ahora ha dado buenos resultados: alrededor del 30% de la generación hoy proviene del sol y el viento y, considerando otras fuentes renovables, como la hidráulica, este año el 55% de la energía producida es limpia. La Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (ACERA) ha tenido un rol protagónico en este escenario, pues lleva dos décadas liderando el camino para que el 100% de la energía que mueve al país sea renovable.
En el marco del 20° aniversario del gremio, su directora ejecutiva, Ana Lía Rojas, y su presidente, Jaime Toledo, analizan el recorrido de estos años y reflexionan sobre los desafíos que vienen, en un escenario marcado por el cambio climático.
-Los proyectos de energías renovables son fundamentales en la lucha contra el cambio climático. ¿Cómo evalúan ese escenario y también el rol de Acera?
-Ana Lía Rojas (ALR): Hoy estamos de acuerdo en que cuando se trata de abordar el cambio climático, las energías renovables son la respuesta más eficiente y rápida. Pero hace 20 años en esto no había consenso. En 2003, si bien había una participación relevante de energía hidroeléctrica, la cantidad de energía producida por el sol o el viento era nula. Tampoco se incluía el desarrollo de estas fuentes en los planes de obras de la autoridad. En la actualidad, la producción de energías que proviene del sol y el viento representa un tercio de toda la producción de energía eléctrica del país, y cuando le agregamos el 20% de la hidroelectricidad de gran escala, llegamos al 55% en promedio. En términos del número de empresas que participaban en el mercado de generación, en 2003 no teníamos más de 20 generadoras, y hoy son más de 500 las empresas coordinadas del segmento de generación. Por eso celebramos hoy, reconociendo como primer mérito el solo hecho de haber constituido una asociación para la promoción e impulso de energías renovables. Es un logro, pues nuestro propósito no tenía en la sociedad la visión de largo plazo que ahora tenemos, ni era compartida por los agentes de la industria energética.
-Jaime Toledo (JT): Chile es el primer país de Sudamérica que se comprometió a alcanzar la carbono neutralidad el 2050 y este compromiso fue consagrado en la Ley de Cambio Climático (promulgada el año pasado). En nuestra opinión, para cumplir con la ley nos debemos concentrar en disminuir las 85.400 kilotoneladas de CO2 que producimos al año, emisiones que provienen principalmente de las centrales termoeléctricas, que aportan anualmente el 40% de las emisiones de CO2 de Chile, mucho más que el transporte y la industria. En 2022, Chile importó US$ 22.000 millones de combustibles fósiles, mientras que en 2021, esa cifra era de US$ 13.500 millones. No puede ser que el encarecimiento de los combustibles fósiles no sea visto como una tremenda oportunidad para abandonarlos y es injustificable que tengamos que comprar en el extranjero energía contaminante, teniendo en Chile el desierto con la mejor radiación solar del mundo, con excelentes vientos a lo largo de todo el país y con un potencial minihidráulico y geotérmico envidiables.
-Ayer, en el marco del inicio de la conmemoración del 20° aniversario de Acera, el Presidente Gabriel Boric anunció que el Gobierno acelerará la etapa de transición para el sector, que presentarán nuevas indicaciones al proyecto de Ley de Transición Energética durante noviembre y que enviarán una ley corta al Congreso para estabilizar los precios de las tarifas eléctricas. ¿Cómo lo reciben?
-JT: Es vital que las iniciativas del Ejecutivo y la Ley de Transición Energética, con su foco en renovables, almacenamiento y la protección a los consumidores vulnerables se tramiten lo antes posible, ya que permitirán acelerar el despliegue de las energías limpias, baratas y locales, así como también reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles. Hoy, la discusión se centra en la velocidad de la transición energética del sector y en la redistribución de los costos que implica dicha transición, por lo debemos tener especial responsabilidad con los consumidores vulnerables. En esta transición habrá ganadores y perdedores, pero sabemos que el consumidor final no puede ni debe ser el perdedor. Por lo tanto, para que el consumidor final vea reducida su cuenta de suministro eléctrico, necesariamente se debe incrementar la producción de energías limpias, baratas y locales, reduciendo así el volumen de la energía eléctrica producida con combustibles fósiles.
-Además del componente ambiental, ¿qué otras áreas se verán impactadas con esta transición?
-ALR: Muchas veces hemos escuchado que la transición debe ser ‘justa e inclusiva’. Pero, ¿cómo podemos asegurarnos de que así sea? La respuesta está en invertir fuerte e inmediatamente en empleos de calidad, apoyo a los ingresos, servicios asequibles y, sobre todo, capacitación de personas. Si bien puede que no existan las habilidades adecuadas, podemos decir que sí existen las habilidades más necesarias. La diversidad es una de ellas, la inclusión, la innovación, la capacidad de escalar, la planificación de un mercado que queremos sea competitivo, con los mejores, pero orientado a un fin. Para eso, el mapeo de habilidades es esencial, pues permite identificar los sectores y dominios que tienen -o tendránuna gran demanda, o aquellos que están experimentando escasez de mano de obra. Esta información luego puede enviarse a institutos de educación y capacitación para orientar sus programas y preparar a los estudiantes para el mercado laboral, pues si implementamos políticas y condiciones adecuadas, la transición a las energías limpias podría crear hasta 45 mil empleos adicionales para el 2025.
-¿Cómo proyectan el futuro de la asociación y de los temas que impulsan?
-JT: Para los próximos años enfrentaremos un escenario diferente, que requiere consolidar lo que se ha avanzado y que también nos obliga a avanzar en las reformas que nos permitan cumplir nuestras metas de descarbonización. Para ello, necesitamos avanzar en una reforma integral de la tarificación del mercado de generación para remunerar adecuadamente a las energías limpias, así como la implementación de incentivos para la incorporación de nuevas tecnologías que aporten flexibilidad al sistema eléctrico.
-ALR: El rol de Acera en los próximos años será extremadamente importante, porque se esperan grandes avances en la transición energética con el retiro de las centrales a carbón, el inicio del retiro de las centrales a gas, la modernización del sistema de transmisión y la operación con alta penetración renovable. En ese contexto, como la principal asociación gremial del sector eléctrico, seguiremos aportando con conocimiento y opiniones técnicas bien fundamentadas para que la transición sea rápida, segura y eficiente en lo económico y en armonía con los habitantes.
Fuente: Diario Financiero.