[vc_row][vc_column][tm_heading style=”thick-separator” tag=”h5″ custom_google_font=”” text=”Las áreas donde el cambio climático golpea con mayor fuerza a Chile” font_size=”lg:32″][vc_column_text]
Según especialistas, el aumento de gases de efecto invernadero por acción del hombre ha determinado una serie de emergencias que se advierten a diario en el país.
‘Estamos llegando a una etapa en que todo parece apocalíptico’, dice Álex Fajardo, del Centro de Investigaciones en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP). Desde variaciones meteorológicas que impactan la producción alimentaria, hasta el aumento del nivel del mar, el calentamiento global surge como reto para gobiernos y ciudadanos.
En septiembre, la ONU preparará la Cumbre de Acción Climática en Nueva York para abordar la emergencia, causante, en los últimos años, del mayor registro de calor de la historia.
En Chile, investigadores consideran que el fenómeno se expresa en las masivas varazones de fauna marina, en la emergencia agrícola por sequía en cuatro regiones, en el derretimiento de glaciares y en el déficit de lluvias en cerca del 80% de las ciudades en que se hacen mediciones.
Además de los cada vez más frecuentes incendios forestales, que han llevado, en los últimos días, a declarar alerta roja a La Ligua, Catemu y Panquehue en la Región de Valparaíso. ‘Si antes la temporada partía en diciembre, ahora el combustible fino está listo en septiembre’, comenta Eduardo Peña, doctor en Ciencias Forestales de la U. de Concepción.
Para Gino Casassa, jefe de la Unidad de Glaciología y Nieves de la Dirección General de Aguas del MOP, a fin de siglo, los glaciares disminuirían a la mitad de su actual superficie.
Desertificación amenaza ecosistemas del norte
‘Lo más probable es que perdamos ecosistemas del desierto costero y andinos’, sentencia Carlos Guerra, doctor en Biología de la U. de Antofagasta, sobre el avance de la desertificación, que se considera como una consecuencia del cambio climático por falta de lluvias.
El especialista define como ‘frágiles’ los ecosistemas que posibilitan la existencia de vida en el desierto más árido del planeta. ‘Ellos son los que sostienen la biodiversidad que tenemos’, comenta sobre zonas como Tocopilla y Paposo, en la Región de Antofagasta. Argumenta que la progresiva desertificación queda en evidencia al comparar el entorno actual con antiguas crónicas de expedicionarios o primeros habitantes de la zona, que describían un ecosistema riquísimo en su biodiversidad, en sectores próximos a la isla Santa María, en Antofagasta.
‘Hoy no hay nada, todo eso se perdió. Porque la vegetación se va reduciendo. Por lo tanto, no hay hábitat para estas especies (…) Ha habido un proceso de desertificación, agravado por malas decisiones, como la introducción de las cabras en Paposo, porque este animal erosiona los suelos’, afirma.
Cumbre para consensuar medidas de mitigación ambiental
En diciembre, Chile oficiará como sede de la COP25, considerada la mayor cumbre del cambio climático, que se llevará a cabo en el parque Cerrillos, en Santiago. ‘Esta va a ser una de las reuniones más grandes que el país ha tenido y significa una tarea enorme que es convertir el parque en un lugar donde podamos recibir a más de 20 mil personas’, plantea el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, sobre los trabajos que ejecuta el MOP en conjunto con Vivienda en una zona de 50 hectáreas. Allí se habilitarán 10 hectáreas con más de dos mil árboles, arbustos y plantas. A su vez, la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, ha encabezado actividades vinculadas a adoptar compromisos de largo plazo para enfrentar la contingencia ambiental.
Disminuye el crecimiento de los árboles
La Región de Aysén, considerada como una de las zonas más prístinas del planeta, también evidencia el impacto causado por el calentamiento global. Según investigaciones del CIEP, especies arbóreas como la lenga registran —desde la década del 80— hasta un 30% de disminución en su tasa de crecimiento. ‘Los árboles no están creciendo más y esto puede sugerir que no están absorbiendo más CO{-2} (dióxido de carbono) de lo que se esperó en un principio’ describe Alex Fajardo, del CIEP.
‘Las altas temperaturas, combinadas con las altas concentraciones de CO{-2}, llevan a que los árboles transpiren más y eso es un efecto negativo’, agrega.
Según Fajardo, para abordar este impacto debe detenerse la deforestación de los bosques, que concentran el carbono. Más aún en Aysén, donde casi todos sus habitantes (103 mil) usan leña para calefacción, de la cual el 80% provendría de cortes ilegales.
Océanos: cambios de las corrientes y baja de los nutrientes
Chile figura entre los 10 países más vulnerables al cambio climático, según comenta Liesbeth van der Meer, directora ejecutiva de Oceana, en relación con el Índice Global de Riesgo Climático. Afirma que el fenómeno ‘está afectando a los océanos en distintos niveles, tanto en la temperatura, en los patrones de corrientes oceánicas, en el grado de acidez, en el contenido de oxígeno y concentración de nutrientes’.
Al explayarse sobre los efectos, Van der Meer plantea que ‘el aumento de la temperatura del mar ha causado mayores dispersiones y migraciones de peces, mientras que la capacidad reproductiva de pesquerías de gran relevancia para Chile, como la anchoveta, el jurel y la sardina, se verá reducida por el cambio climático’.
Paulatina desaparición de playas por la erosión
Según Patricio Winckler, del Centro Nacional de Investigación para la Gestión Integrada de Desastres Naturales (Cigiden) y de la U. de Valparaíso, los impactos asociados al cambio climático en el borde costero son múltiples: ‘En las próximas décadas se espera un aumento en la frecuencia e intensidad de las inundaciones de zonas costeras, desaparición de humedales, aumento en la erosión en playas, cambios en el comportamiento operacional de los puertos, y un mayor daño a las obras marítimas y portuarias’, afirma el investigador.
‘Hay un aumento en la frecuencia e intensidad de las marejadas desde mediados del siglo XX, además de un aumento del nivel del mar del orden de 10 a 20 cm en dicho período’, agrega. Winckler también precisa que en un estudio hecho para el Ministerio del Medio Ambiente, se detectó ‘que cerca del 80% de las playas analizadas (35) experimentan erosión progresiva’.
Fuente: El Mercurio[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][tm_spacer size=”lg:30″][/vc_column][/vc_row]