[vc_row][vc_column][tm_heading style=”thick-separator” tag=”h5″ custom_google_font=”” google_fonts=”font_family:Poppins%3A300%2Cregular%2C500%2C600%2C700|font_style:300%20light%20regular%3A300%3Anormal” text=”Jefe negociador de Chile revela las prioridades nacionales en la COP25″ font_size=”lg:32″][vc_column_text]
El artículo 6° del Acuerdo de París, el mecanismo de pérdidas y daños, equilibrar adaptación y mitigación, finanzas climáticas y la ciencia son los puntos clave para la delegación.
El lunes pasado el embajador director de Medio Ambiente y Asuntos Océanicos del Ministerio de Relaciones Exteriores y Jefe Negociador para la COP25, Rodrigo Olsen, llegó a Madrid -con una delegación de ocho personas- para terminar de preparar el terreno para la Vigésimo Quinta Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Aunque el evento se trasladó a España, el equipo chileno está a cargo de articular las negociaciones y facilitar el consenso entre las partes ‘liderando posibles vías de solución entre los países’. Olsen explica que al asumir la presidencia de la COP25, deben ‘dejar un poco en segundo plano la posición de Chile como país’, pero al mismo tiempo ‘salvaguardamos nuestros intereses clave’. Entre ellos, la aprobación del artículo 6°, que debe establecer un mecanismo para el mercado de bonos de carbono, cuya aprobación quedó pendiente de la COP24 en Katowice.
-¿Cuáles son las prioridades de Chile en las negociaciones oficiales?
-El artículo 6° del Acuerdo de París, el mecanismo de pérdidas y daños -que denominamos WIM-, equilibrar adaptación y mitigación, finanzas climáticas y la ciencia.
-¿Por qué es clave aprobar el artículo 6° y cuáles son las trabas?
-Es el último punto para la implementación total del Acuerdo de París en 2020. Aborda la cooperación internacional entre estados para reducir los efectos en materia de mitigación y de emisiones de carbono. Tiene un efecto real en cómo los mecanismos de mercado pueden influir y ayudar a los países en sus NDC (Contribuciones Determinadas Nacionalmente) a reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), para limitar el alza del calentamiento global a 1,5°C. Nos tenemos que poner de acuerdo en cómo hacer la contabilidad, a qué país se le va a cargar el porcentaje de reducción de emisiones para evitar la doble contabilidad.
-¿Qué argumentará Chile?
-La necesidad de que los instrumentos de mercado tengan reglas claras para que se implementen y sean una solución real a cómo los Estados cooperan para reducir las emisiones. También que los países puedan abordar el tema conjuntamente y tengan un mercado de bonos de carbono donde transfieran unidades de carbono entre ellos.
-¿En qué se traduce el mecanismo de pérdidas y daños?
-En que los países en desarrollo quieren un mecanismo que los compense financieramente por las pérdidas y daños que generan los efectos adversos del cambio climático, como gestión de riesgo de desastres, alza del nivel del mar, influencia en el borde costero. Es una negociación súper compleja, porque las naciones desarrolladas señalan que es complicado, porque existe un mecanismo en el Acuerdo de París, y esto se relaciona con las finanzas climáticas, otro tema importante.
-¿Las finanzas climáticas también son un punto de desacuerdo?
-Sí. Los países industrializados han dado billones al Green Climate Fund (Fondo Verde para el Clima). Se asignan recursos a los países en desarrollo por las responsabilidades históricas que tienen las naciones industrializadas; es una materia que divide a las partes. Estamos ad portas de pasar a una implementación completa de la acción climática y políticamente es necesario priorizar en la toma de decisiones que los países en desarrollo necesitan apoyo y cooperación para luchar contra los efectos del cambio climático ahora. ¡Time for action is now! Sin embargo, las soluciones y acuerdos se dan bajo el principio rector del consenso, y los países en desarrollo deben contrastar sus posiciones con las del mundo desarrollado que sienten que ya han aportado dinero suficiente y exigen mecanismos de transparencia y accountability para los proyectos en cuestión.
-¿Cuál es el desafío respecto a la adaptación y mitigación?
-Como presidencia debemos equilibrar que se le dé la misma importancia a la mitigación -reducción de emisiones- como a la adaptación -hacer frente a los efectos adversos del cambio climático hoy-. La adaptación también pasa porque los países en desarrollo le exigen a los industrializados que les asignen recursos financieros para la acción climática, en lo que se refiere a los medios de implementación del Acuerdo de París: transferencia de tecnología, desarrollo de capacidades y fortalecer la institucionalidad ambiental en países más vulnerables. La adaptación es clave, tiene que tener un nivel importante dentro de las agendas de los órganos subsidiarios y de la COP.
Ciencia y océanos
-¿Qué rol quiere dar Chile a la ciencia en la COP25?
-La ciencia es una prioridad para Chile, tanto en el proceso de negociaciones como en el track de ambición climática a nivel global. Los indicadores están ahí y eso es algo que tenemos que tomar en cuenta los negociadores para generar mayor ambición y mayor estímulo para que las partes faciliten los consensos en el proceso de negociación.
-Chile pensaba posicionar el tema de los océanos, ¿esto va a ser factible en Madrid?
-El tema de los océanos y hacer de esta una Blue COP también forma parte de las prioridades. No hay una orgánica clara en la convención respecto a cómo abordarlo. Hemos realizado un trabajo con otras partes desde hace años para ir relevando el tema y determinar cómo el océano está siendo afectado por el cambio climático. Todo eso se quiere visibilizar durante esta COP y poner de realce, por ejemplo, la acidificación de los océanos, el alto nivel de temperatura y la desoxigenación en los océanos que afecta la seguridad alimentaria.
También hemos priorizado el tema de la vinculación océano-clima-ciencia, que es una trilogía bastante potente y que queremos instalar durante la COP25. Para ello, hemos trabajado con distintas partes escuchando sus posiciones y ya hay propuestas de, idealmente, generar un mandato para que el tema se trabaje en la COP26.
Fuente: Diario Financiero[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][tm_spacer size=”lg:30″][/vc_column][/vc_row]