El ministro de Energía, Diego Pardow, confía en conseguir el apoyo de parte de los senadores de la comisión de Energía del Senado para crear un subsidio para las cuentas de la luz, aunque la idea ha encontrado resistencia a nivel político y entre las propias empresas del sector que tendrían que solventar esa propuesta.
Hace un par de semanas, los senadores suscribieron un protocolo de acuerdo para avanzar en la idea de un subsidio, pero no estuvieron disponibles a incluir el tema de un impuesto a las emisiones de carbono en el documento firmado.
Ayer, tras la conmemoración de los 20 años de Acera, gremio que reúne a las empresas del sector renovable, el ministro Pardow abordó en profundidad la propuesta del Ejecutivo, la que busca recaudar US$ 200 millones, en gran parte, con un alza a este gravamen.
Ante la preocupación que existe de que parte del alza de los costos para las generadoras sea traspasado a los clientes residenciales, aseguró que cerca de un 20% de la energía contratada para ese segmento tiene un polinomio de indexación que permite transferir una parte. “De acuerdo con nuestros cálculos, si recaudamos cerca de US$ 100 millones, solamente un 5% de esa recaudación sería traspasable a consumidores vía polinomios de indexación”, reconoció Pardow.
Asimismo, aseguró que se requiere de un mecanismo temporal, y es que el plan del Gobierno se extenderá desde 2024 a 2026, para que se pueda implementar con rapidez; de lo contrario, Pardow advirtió que será necesaria “una reforma estructural que va a tomar tiempo y no vamos a llegar a tiempo con la ayuda a los hogares vulnerables”. En cuanto a los plazos de implementación, el pan o r a m a d e l G o bierno es que el proyecto de estabilización sea una ley vigente a partir de principios del próximo año, pero el subsidio se empezaría a pagar recién a mediados del próximo año.
Visión opuesta de las asociaciones Desde la Asociación de Generadoras mostraron una fuerte oposición a la propuesta del Gobierno, y es que ven que son las empresas las que tendrán que hacerse cargo del tema de las cuentas, tal como en los dos procesos anteriores. “Nos llama la atención que el ministerio dice que es una necesidad general, permanente, y que es una necesidad pública.
Pero la solución que da es que esto se va a financiar de forma temporal, por un subgrupo de las economías, y que además ni siquiera se tienen los cálculos ni los análisis de por cuánto tiempo estos subgrupos de verdad podrían aportar a esa solución”, se quejó el gerente general de la Asociación de Generadoras, Camilo Charme.
El líder gremial recordó que como industria de generación, ya prestaron apoyo cuando en Chile había condiciones excepcionales. “Hoy en día Chile no está en condiciones extraordinarias y por lo tanto lo que corresponde es que para cubrir elementos de interés general se tiene que ir también a ingresos generales y permanentes para poder satisfacerlos”. En esa línea, Charme también dio mayor celeridad en la tramitación de los proyectos de ley, pero asimismo, que se emitan y se publiquen los reglamentos de potencia y de coordinación de operación “para que las empresas puedan terminar de evaluar sus proyectos y así presentar de una vez los proyectos que la industria ya tiene en carpeta”.
Una mirada distinta es la que tuvo el presidente del directorio de Acera, Jaime Toledo, quien señaló que “hay agentes del mercado que quieren avanzar rápidamente en la transición energética, y en almacenamiento y hay otros que no están tan disponibles para compartir el mercado”. Respecto de elevar el impuesto a las emisiones, Toledo recordó que es una antigua ambición del gremio renovable, apuntando a que se trata de una externalidad que no se está considerando en el balance de precios o tarificación.
“Los impuestos verdes que se cobran en Chile son sumamente bajos en comparación a lo que se paga en otros países del mundo. Estamos hablando de que en Europa este año se estaban pagando alrededor de US$ 85 US$ 90 dólares por tonelada de CO2, nosotros ni siquiera nos estamos acercando a eso”, dijo Toledo.
Fuente: El Mercurio De Santiago.