[vc_row][vc_column][tm_heading style=”thick-separator” tag=”h5″ custom_google_font=”” text=”Generación eléctrica sumará una década de sequía y presionaría un mayor uso del carbón” font_size=”lg:32″][vc_column_text]

El Coordinador Eléctrico descarta que exista un alza considerable en el precio de la energía, gracias a la entrada de centrales renovables.

Los impactos de la escasez de agua que registra el país siguen golpeando al sector eléctrico. Así quedó demostrado en las primeras mediciones realizadas por el Coordinador Eléctrico Nacional, que verificaron que con el próximo año hidrológico (abrilmarzo) se completará una década de sequía, considerando los niveles de nieve acumulada en la cordillera de los Andes, principal fuente abastecimiento de agua para ríos y afluentes del país.

Según estos indicadores, la cuenca del Maule —la más representativa del país y responsable del 25% del agua utilizada— presenta niveles de un 85% de excedencia, lo que implica que solo en el 15% de los años que integran la muestra fueron más secos. No obstante, en otras zonas hacia el norte, estos niveles incluso superan el 95%, como en el caso de Rapel, o Aconcagua, los que, sin embargo, tienen menor peso en generación eléctrica.

Entre las consecuencias de este indicador se consideran eventuales alzas en los costos del precio de la energía, así como incrementos de generación producida con combustibles fósiles, entre ellos el carbón. El director ejecutivo de Acera, Carlos Finat, explica que en este momento las fuentes renovables operan al máximo de su capacidad, representando cerca del 20% de la matriz.

Por lo anterior, prevé que habrá una mayor penetración de las termoeléctricas, que durante junio representaron hasta el 42% de la generación. No obstante, desde el Coordinador Eléctrico, el presidente del Consejo Directivo, Juan Carlos Olmedo, advierte que no se espera que se produzcan alzas importantes respecto al costo marginal de la energía, ya que el sistema se encuentra con holgura, debido a la disponibilidad de centrales que operan en base a carbón y gas natural (parte de este proveniente de Argentina), descartando además cualquier tipo de amenaza respecto al suministro.

‘Además, se debe destacar el aporte de las centrales de energía renovable (solares y eólicas) que evacúan su energía hacia la zona centro sur del sistema por medio de la línea de 500 kV Nueva Pan de Azúcar – Polpaico’, asegura Olmedo. En este sentido, el gerente general de la consultora Systep, Rodrigo Jiménez, destaca la resiliencia que tiene el sistema eléctrico, que hace dos décadas —con una sequía como esta— tendría que haber decretado racionamientos eléctricos o hubiese experimentado explosivas alzas en los precios.

‘Es por esto que es importante que la matriz vaya siendo cada vez más renovable, otro tema es la flexibilidad que te otorga la energía hidráulica (para despachar energía a cualquier hora). Por eso hay que dar mayor flexibilidad a las renovables, ya que si sigue creciendo su penetración, hay que ver cuáles serán las centrales que aportan este elemento’, agrega Jiménez.

Otro de los eventuales efectos que se vislumbran es la disminución de proyectos hídricos. ‘Las inversiones en fuentes renovables se están dando por sí mismas, porque son viables. Pero puede que no se invierta en agua, porque para qué invertir en energía hidráulica, si no hay ríos. Hace un par de año se buscaba desarrollar centrales minihidro, pero no sé si estas inversiones se vayan a gatillar’, comenta Sebastián Novoa, gerente general de Ecom Energía.

Fuente: El Mercurio[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][tm_spacer size=”lg:30″][/vc_column][/vc_row]