La Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento, ACERA A.G., ha presentado hoy el estudio titulado “Habilitantes para la Transición Energética de Chile: Análisis de las Prácticas y Normas de Gestión Territorial, Identificación de Brechas y Propuestas de Mejora”, desarrollado como parte de su planificación estratégica del 2023. Este análisis fue adjudicado al consorcio de consultores conformado por Karungen, EBP y Táctica, bajo la dirección de Annie Dufey y Nicola Borregaard. Contempló una gobernanza para la inclusión de una Mesa de Participación para Ministerios e Instituciones Públicas relacionadas con diversos instrumentos de gestión territorial, así como un Comité de representantes de gremios y empresas socias de ACERA, para equilibrar visiones y representaciones.
El estudio destaca la importancia del ordenamiento territorial en el contexto de la transición energética, subrayando la necesidad de un marco normativo que permita la integración de las nuevas infraestructuras para dicho propósito. Por primera vez, se abarcan más segmentos que el de la generación, incluyendo el almacenamiento, la transmisión y el hidrógeno verde para Chile. Es la iniciativa de mayor cobertura y profundidad en la materia, con una elaboración que tomó 13 meses y un extenso informe que abarca la identificación de instrumentos existentes, el análisis de experiencias internacionales, el diagnóstico de brechas y recomendaciones para policy makers.
La apertura estuvo a cargo del presidente de ACERA, Sergio del Campo, quién aseguró que la adecuada planificación territorial es un habilitante fundamental para la expansión de energías limpias en Chile. “Nos encontramos en un momento decisivo para la transición energética de nuestro país. La necesidad de reemplazar las fuentes de generación basadas en carbón y gas impone retos enormes. Sabemos que, para enfrentar estos desafíos, es fundamental contar con un marco de planificación territorial robusto que permita la integración de nuevas infraestructuras de generación, transmisión y almacenamiento e hidrógeno verde”, afirmó el presidente del gremio.
En la instancia, se invitó al Subsecretario del Ministerio de Medio Ambiente, Maximiliano Proaño para entregar la visión desde el Estado de Chile sobre la relevancia del ordenamiento territorial y sus instrumentos. “Sin duda, como país tenemos un tema pendiente en cuanto al ordenamiento territorial y la articulación público-privada. El documento actúa como un insumo valioso para quienes tendrán la responsabilidad de guiar esta gestión, contribuyendo de manera crucial a la transición energética.”
En cuanto a la presentación de los resultados, Annie Dufey, consultora líder del Estudio, reveló uno de los hallazgos más contundentes: la Gestión Territorial no ha sido adecuadamente incorporada en la toma de decisiones de política energética en el país, resultando en una fragmentación en torno a los desafíos territoriales. También señala que hoy tenemos un complejo sistema de instrumentos normativos y de planificación a diferentes niveles. Se identificaron al menos 40 tipos de instrumentos relevantes, incluyendo los diversos instrumentos del ámbito de la energía (7); del cambio climático y medio ambiente (16); las del propio ámbito de la planificación y ordenamiento territorial (9); y diversas políticas sectoriales y programáticas involucradas (9); y esto, sólo considerando las grandes categorías de instrumentos.
Dufey señaló que “falta una gobernanza robusta que coordine los distintos niveles de administración y actores públicos y privados, además de una aceleración en la implementación de reglamentos como los Planes de Ordenamiento Territorial (PROT) y los Planes Especiales de Energía Renovable (PEER)”.
Un punto relevante del estudio, es que a través de una comparación internacional, se concluye que no existe un modelo único de gestión territorial a nivel internacional. Sin embargo, la experiencia muestra que siempre se trata de procesos continuos que requieren una gran coordinación entre distintos niveles. En este sentido, Nicola Borregaard, consultora líder de EBP, compartió las principales lecciones de la experiencia internacional y destacó que el desarrollo de capacidades a nivel regional y la acción colaborativa público-privada son elementos clave para cerrar las brechas críticas.
Por otra parte, Diego Luna, especialista en política y gobernanza de Manomet, entregó la visión de las ONG en esta línea. Bajo el contexto de la COP y biodiversidad, el especialista recogió las palabras de la apertura de la Ministra del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, quien hizo una reflexión respecto a que la transición energética “no puede ser a costa de la vida misma, tiene que encontrar en la naturaleza un principal aliado para transitar”.
“Las externalidades negativas de los proyectos necesarios para la transición energética no pueden ser traspasadas a los territorios, comunidades, ecosistemas o a las especies en peligro por una razón simple, pues de esta manera lo que estamos haciendo es profundizar crisis”, apuntó Luna.
El evento culminó con un panel de conversación moderado por Romina Tobar, consejera de ACERA y directora del área ambiental de Prieto, en el cual se discutieron los desafíos y oportunidades que presenta la gestión territorial para el desarrollo de proyectos energéticos en Chile. Entre los panelistas se destacaron Matías Steinacker (Vicepresidente ACERA), Claudia Rodríguez (Ministerio de Energía), Marcos Kulka (H2 Chile), Sebastián Aylwin (Ministerio del Medio Ambiente), y José Tomás Videla (CAC PUCV).
Claudia Rodríguez, Jefa Unidad Territorio, Ambiente y Sustentabilidad del Ministerio de Energía, destacó que han hecho un esfuerzo importante desde el organismo para incorporar el enfoque territorial en los instrumentos de planificación energética. “Este estudio profundiza bastante en aquellas materias. También, identifica brechas porque es un camino todavía que tenemos que seguir desarrollando y perfeccionando, pero es necesario que estos instrumentos de planificación energética y la visión, por ejemplo, en la transición, se puedan ver reflejados en los instrumentos de ordenamiento y planificación territorial”.
Por su parte, Sebastián Aylwin, Jefe de Evaluación Ambiental del Ministerio del Medio Ambiente, relevó la importancia del ordenamiento territorial para el sector energético en el desarrollo del país. Reflexionó acerca de “la creciente conflictividad a la que está asociado el desarrollo de proyectos de inversión y de infraestructura y de cualquier intervención sobre el territorio hoy en día, donde se encuentra un grado de resistencia, de conflictividad asociado al propio desarrollo. Sin importar si se trata de proyectos que realiza el Estado, proyectos que realizan los privados, que están asociados a infraestructura necesaria para el desarrollo de la sociedad, o más bien desarrollo de proyectos productivos particulares”, manifestó Aylwin.
Marcos Kulka, Director Ejecutivo de H2 Chile, mencionó que “este estudio nos da señales de esta visión compartida, de poder fortalecer la gobernanza existente para que haya esta coordinación en ámbito nacional, regional y local”. Respecto al aporte para el desarrollo de hidrógeno verde, indicó que “desde H2 Chile tenemos absoluta conciencia que la propuesta de valor de descarbonizar no puede estar en contra y en oposición a otras crisis que tenemos, como los temas de biodiversidad, el patrimonio natural, el valor local en los territorios. Y para eso, esta instancia de poder haber participado en este estudio, que trae harto valor y harta información, es parte de lo que estamos haciendo”.
Respecto de los instrumentos en sí mismos, y cómo utilizar los recursos que se desarrollarán versus los existentes, José Tomás Videla, Director de Adaptación Centro de Acción Climática PUCV, enfatizó en que “los Planes de Ordenamiento Territorial (PROT) no van a ser una herramienta en el corto plazo, van a ser herramientas bien integrales, y ojalá que salgan pronto los reglamentos, pero en el corto plazo están los planes reguladores intercomunales”.
Finalmente, Matías Steinacker, Vicepresidente de ACERA y CEO en EDF, “lo importante es poder visibilizar un camino claro para no solo poder llegar a una decisión de inversión sino también para poder después llegar a financiar otros proyectos, a convencer a los bancos y a los financistas que es buena idea construir y operar los proyectos por periodos que son largos”.
Hallazgos relevantes del estudio
El estudio propone una serie de recomendaciones clave para mejorar las prácticas de gestión territorial y facilitar una transición energética más rápida, eficiente y respetuosa con las comunidades y el entorno. Entre las brechas más críticas identificadas se destacan la falta de instrumentos adecuados, la necesidad de un fortalecimiento institucional, la escasez de recursos y los desafíos regulatorios. Además, se subraya la importancia de aumentar la participación y mejorar la eficacia de los instrumentos de planificación.
Una de las principales conclusiones es la carencia de una gobernanza robusta que permita una mejor coordinación entre los diferentes niveles de administración y los actores públicos y privados. A su vez, se identifica la necesidad de acelerar la implementación de reglamentos clave, como los Planes de Ordenamiento Territorial (PROT) y los Planes Especiales de Energía Renovable (PEER), esenciales para una adecuada planificación territorial. También se menciona la falta de aplicación adecuada de la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE), que podría mejorar la sistematización de los procesos participativos en los proyectos energéticos.
El cierre de las brechas detectadas requiere, entre otras acciones, intensificar el trabajo de la Comisión Interministerial de Ciudad, Vivienda y Territorio (COMICIVYT) para consolidar un sistema de gestión territorial que sirva como directriz de los procesos sectoriales y territoriales. Asimismo, se destaca la importancia de desarrollar capacidades y recursos, especialmente a nivel regional, y acelerar la promulgación de los reglamentos de los PROT. Además, se recomienda considerar los efectos acumulativos de los proyectos más allá de su área de influencia directa y definir áreas prioritarias para el desarrollo energético.
Con la presentación de este estudio, ACERA reafirma su compromiso con el desarrollo de un marco regulatorio y territorial que permita integrar de manera efectiva las energías renovables en Chile. La organización continuará trabajando en conjunto con el sector público y privado para enfrentar los desafíos actuales y futuros de la transición energética, promoviendo soluciones que impulsen un sistema energético más limpio, inclusivo y sostenible para el país.
Para obtener más información sobre el estudio y sus principales hallazgos, visite este enlace o contacte a nuestro equipo de comunicaciones.
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