[vc_row][vc_column][tm_heading style=”thick-separator” tag=”h5″ custom_google_font=”” google_fonts=”font_family:Poppins%3A300%2Cregular%2C500%2C600%2C700|font_style:300%20light%20regular%3A300%3Anormal” text=”Especies marinas regresan a playas y zonas urbanas tras cuarentena” font_size=”lg:32″][vc_column_text]
Cambio climático y cierre de playas acercaron a aves y mamíferos al borde costero.
Varias especies marinas que solo es posible apreciarlas en zonas apartadas del borde costero urbano han retornado a las playas de la ciudad en las últimas semanas. Un fenómeno que la bióloga Viviana Varas Fredes, magíster en Oceanografía y coordinadora general de Centro de Investigación y Recursos Hídricos (Ciderh) de la Universidad Arturo Prat, atribuye a factores de cambio climático, abundancia de cardúmenes costeros y también a que los espacios en playas no cuentan con visitas de personas.
Reconoce que las medidas adoptadas por el COVID-19 también han incidido, por eso ahora es posible ver gaviotas, cormoranes, pelícanos y piqueros, “especies que por la presencia de turistas, así como surfistas y vendedores ambulantes muchas veces optaban por irse a sectores más apartados”.
Nutria
Uno de los aspectos llamativos es la presencia de la nutria de mar (chungungo) en el sector de Palo de Buque, una especie que no se apreciaba hace mucho tiempo en una zona urbana. Destacó la presencia de aves migratorias como las gaviotas de Franklin, que están en pleno fin de su época estival en el hemisferio sur.
Explicó que un ave migratoria como la gaviota de Franklin recorre miles de kilómetros desde Alaska hasta llegara Chile, “donde se extiende desde la zona norte hasta la región de Valparaíso”. la garza, en tanto, que es migratoria y se encuentra en humedales y desembocadura de ríos, “va a la costa porque no tiene turbación y cuenta con alimento abundante”, comentó. Mientras que la especie “Cangrejo fantasma” que vive en zonas arenosas, se han podido ver en Huayquique y Primeras Piedras, los cuales se caracterizan por ser casi imperceptibles.
La investigadoras aseveró que otro factor que se ha podido apreciar en enero y febrero es la presencia de algas que han alterado el color del mar, fenómenos como la espuma marina en febrero y “también la presencia de anchoveta, la que incluso registró un varamiento masivo en las proximidades de Tocopilla el 25 de marzo”. Expuso que también es llamativa la presencia de pescadores artesanales en Playa Brava, lo que a su juicio “es una muestra de una fuente de grupos biológicos”. Además reconoce que esta abundancia explicaría de especies como la manta-raya se acerque a la costa en Cavancha y el avistamiento de ballenas en San Marcos y sector de Patache.
Viviana Varas precisó que la macro zona norte :que comprende desde Antofagasta hasta la región de Arica a Parinacota, con-:entra más del 95% de su población en el borde costero y factores como el turismo, la pesca y la actividad industrial, con los emisarios generan “una presión adicional a este ecosistema que ya se encuentra fuertemente intervenido e impactado en nuestras ciudades”.
Para la investigadora es fundamental promover zonas protegidas, considerando el impacto en la fauna y la diversidad que existe en la zona. Considera que esta recuperación de las especies, debe motivar la creación de áreas protegidas y “protección de los ecosistemas mínimos que aseguren los procesos ecológicos de todos los que cumplen un rol vital para nuestro planeta.
Fuente: La Estrella de Iquique[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][tm_spacer size=”lg:30″][/vc_column][/vc_row]