[vc_row][vc_column][tm_heading style=”thick-separator” tag=”h5″ custom_google_font=”” text=”El desafío de almacenar la energía renovable” font_size=”lg:32″][vc_column_text]
Aumentar la eficiencia energética y la generación de energía desde fuentes limpias requiere mejores sistemas de almacenamiento de electricidad que los que existen actualmente. Pero los expertos proyectan que en el corto plazo los avances tecnológicos de las baterías de litio, el sistema que más se usa hoy, permitirán su instalación a gran escala y con costos muy convenientes.
Según un estudio del Ministerio de Energía, se espera que la generación de energía renovable al año 2030 crezca desde el actual 18% a una cifra entre el 61% y 68% del total de la generación eléctrica del país. Ese porcentaje incluso podría ser mayor, ya que este último dato no incluye el acuerdo alcanzado entre el gobierno y las empresas para retirar el parque de centrales a carbón al año 2040, como tampoco el compromiso de alcanzar la carbono neutralidad al 2050. Chile tiene una gran ventaja en términos de energía solar, ya que desde Concepción hasta Arica existe mejor radiación que en toda Europa.
“El potencial solar es prácticamente ilimitado”, asegura José Ignacio Escobar, director general de Energía para Sudamérica de ACCIONA. Además, en términos de superficie, para lograr que la mitad de toda la potencia eléctrica en nuestro país sea eólica y solar, solo se necesitaría el equivalente a 30.000 parcelas de agrado de 5.000 metros cuadrados en paneles solares para abastecer de energía solar a Chile. “Esto representa el 0,01% del desierto de Atacama. Incluso con el 3% de su superficie podrías alimentar toda América Latina con energía solar”, dice Escobar. Si bien en el caso de la energía eólica se requiere una superficie mayor, las hectáreas necesarias para instalar los aerogeneradores son perfectamente compatibles con cualquier actividad que se esté desarrollando en el terreno.
El problema del almacenamiento
“Con seguridad podemos decir que el futuro del sistema eléctrico será renovable”, afirma el ministro de Energía, Juan Carlos Jobet. Y agrega que se espera que el reemplazo de la generación a carbón ocurra a través de un mayor desarrollo renovable, principalmente solar y eólico, lo que debería ser complementado con nuevas tecnologías de almacenamiento. Y es que el crecimiento del uso de fuentes renovables en la matriz energética del país plantea un gran desafío: mejorar los sistemas de almacenamiento para que la energía se pueda distribuir a cualquier hora y no solo cuando haya sol y viento.
“En este tipo de tecnología todavía no existe el equivalente a un estanque de petróleo, que pueda acumular gran cantidad de electricidad. Actualmente, los sistemas de almacenamiento —liderados por las baterías de litio— juntan poca energía, son grandes, pesados, voluminosos y bastante caros”, dice Rodrigo Escobar, experto en energía solar y profesor de la Escuela de Ingeniería de la UC. “En algún momento, que espero que sea dentro de los próximos cinco años, debería haber un salto tecnológico en las baterías, lo que permitirá su instalación a gran escala y con costos muy convenientes”, añade el académico.
La megabatería del sur de Australia
Los sistemas eólicos y fotovoltaicos han bajado sus costos en cerca de 70% desde 2010. Una reducción que, según los expertos, ha permitido que se masifique la tecnología renovable. Carlos Finat, director Ejecutivo de la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (Acera), señala que “en los próximos 10 años veremos precios aún más bajos en la generación de energía eléctrica y en el almacenamiento. Esto último es muy importante, porque permitirá tener una sobreoferta de energía solar o eólica en el día y almacenarla para utilizarla en la noche”.
Ya hay ejemplos de las ventajas del almacenamiento a gran escala de energía eléctrica generada por fuentes verdes. Tesla instaló una megabatería de ión de litio, que almacena 129 megavatios- hora de energía que puede descargar con una potencia de 100 megavatios, en un parque eólico en Hornsdale, Australia. Este sistema permite acopiar la energía generada por el parque y, al mismo tiempo, prestar servicios complementarios a la red del estado de Australia Meridional. El objetivo fue tener un respaldo para abastecer a poco más de 30.000 hogares, en caso de que no tuvieran viento. Este conjunto de baterías ayudó a resolver los cortes de energía, reduciendo intermitencias y respaldando la confiabilidad de la infraestructura eléctrica del sur de Australia.
Y, si bien se invirtieron 66 millones de dólares en su construcción, un año después se había amortizado un tercio de su valor. Es decir, en tres años la inversión estará completamente pagada. En un futuro no muy lejano, también se verán mercados inteligentes de generación y almacenamiento distribuidos. “Esto permitirá generar electricidad en tu casa o empresa, transar con tus vecinos y almacenar energía”, dice Tomás Baeza, encargado de Innovación y Emprendimiento del Comité Solar e Innovación Energética de Corfo. “El sistema tomará la decisión de lo que es más económicamente viable, si vender la energía que estás produciendo o almacenarla”, finaliza.
Fuente: El Mercurio[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][tm_spacer size=”lg:30″][/vc_column][/vc_row]