[vc_row][vc_column][tm_heading style=”thick-separator” tag=”h5″ custom_google_font=”” google_fonts=”font_family:Poppins%3A300%2Cregular%2C500%2C600%2C700|font_style:300%20light%20regular%3A300%3Anormal” text=”Demanda eléctrica baja 4% en la primera semana de cuarentena parcial en Chile” font_size=”lg:32″][vc_column_text]
En países europeos se han visto casos extremos que han llevado al indicador semanal bajo el 15%, producto de la inactividad, manifestaron expertos.
Uno de los principales impactos que se están viendo por la cuarentena parcial en la que se encuentra gran parte del país, producto de las medidas anunciadas por la autoridad para contener el covid-19, lo sufre la demanda eléctrica.
Según los últimos datos del Coordinador Eléctrico Nacional, de lunes a viernes de esta semana, el sistema dejó de consumir unos 320 MWh, lo que equivale a una capacidad similar a lo que produce una central completa de ciclo combinado.
En el detalle, el primer día de la semana se comenzó a ver esta caída, con una contracción del 5,1% respecto del lunes de la semana anterior. Los demás días se comportaron más bien similares, con reducción de 3,4% ayer viernes, 3,1% martes y jueves (sin considerar la interrupción del servicio por una falla de transmisión) y 1,9% el miércoles.
En el promedio semanal, se trató de una baja de un 3,8% en la demanda nacional, debido principalmente a la menor actividad ya la menor demanda de grandes consumidores, como los centros comerciales. A su vez, si bien se ha mantenido la demanda residencial, esta no logra compensar la baja del consumo total.
Expertos coinciden en que este indicador seguirá cayendo en caso de que se declare una cuarentena total, o que paralicen ciertos sector industriales, como la industria minera, que representa más del 30% del consumo de electricidad del país, donde ya varias empresas han puesto en marcha un plan que busca reducir su funcionamiento, poniendo el foco en la continuidad operacional.
El gerente general de la consultora Systep, Rodrigo Jiménez, advierte que aún no es posible dimensionar totalmente los efectos que tendrá la crisis producida por la pandemia sobre la demanda eléctrica, pero admite que de ir progresivamente aumentándose las medidas de prevención, la contracción crecerá.
‘En países de Europa ya existen disminuciones de la demanda total de al menos 5% en comparación con los niveles normales. En casos más extremos, como Italia y Francia, ya se registran disminuciones del 10 al 15% de la demanda, y todo indica que seguirá cayendo’, agrega.
En esta línea, según estudios presentados por el medio brasileño Valor Económico, las primeras proyecciones para ese país apuntan a que la demanda podría contraerse, en un escenario optimista, en un 1,6% durante el año, mientras que en supuestos catastróficos, la caída podría superar el 14%.
Por su parte, el director ejecutivo de Ecom Energía, Sebastián Novoa, sostuvo que la crisis también puede tener un aspecto positivo, que tiene que ver con la extrema sequía por la que atraviesa el país. ‘Al menos vamos a poder tener un mayor cuidado respecto a la gestión de los embalses, dado que no habrá necesidad de reducirlos tan rápido. Entendiendo que existirá una disminución de demanda, no va a haber un despacho eléctrico importante, por lo que podría aprovecharse para recuperar el nivel de los embalses’, aseguró.
Otra de las consecuencias que se prevén tiene que ver con el costo marginal de la energía, que es al que acceden los clientes mayoristas en el mercado spot, y que durante los primeros meses del año alcanzó importantes alzas producto de la menor disponibilidad de gas argentino.
Si bien es temprano para ver cómo se redistribuirá el consumo, si hay menos demanda y los recursos de generación son los mismos, el valor debiese bajar. ‘Pero también hay que esperar la magnitud de la baja de demanda para ver si el efecto en el spot es significativo’, dice Jiménez.
Fuente: El Mercurio[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][tm_spacer size=”lg:30″][/vc_column][/vc_row]