Columna: Modelo de Tarificación de la Generación y el impacto de la alta penetración de Renovables
Por: Jaime Toledo, Director de Producción de Acciona y Consejero de ACERA
Los mercados de generación de energía basados en el Modelo Marginalista -como el mercado chileno- están diseñados para compensar a los generadores de acuerdo con sus costos variables de operación; mientras que la recuperación del capital de inversión y de los costos fijos, se logra a través de los pagos de Potencia de Suficiencia (PS), y cuando el precio de la energía es más alto que su costo variable de operación.
El modelo de mercado de la generación eléctrica en Chile fue diseñado hace más de 40 años, para tarificar un mercado de generación hidrotérmico, y cuando no se consideraba la existencia de generación eólica ni solar. Este Mercado Marginalista funcionó en su momento, dado que la mayoría de los costos variables de las plantas termoeléctricas son, de hecho, marginales.
Sin embargo, las plantas solares y eólicas reciben exiguos pagos de Potencia de Suficiencia y prácticamente no tienen costos variables de operación, por lo que, en el Modelo de Mercado Marginalista, sólo se puede recuperar el capital de inversión y los costos fijos cuando el precio de la energía corresponde a los costos variables de operación de las plantas termoeléctricas, lo que hoy no ocurre durante muchas horas de generación.
Los Mercados Marginalistas presentan importantes distorsiones en escenarios de alta penetración de plantas renovables, donde el Costo Marginal de la energía se ve significativamente reducido por el impacto de la operación de este tipo de Tecnologías de Generación Renovables. De hecho, en este tipo de mercados, a medida que más plantas renovables se conecten a la red, menor será el precio al que se valorizarán las inyecciones de la energía producida por estas plantas a las que, con frecuencia, se les valoriza su energía producida a precio cero.
Esta “canibalización” de precios convierte a las plantas renovables en víctimas de su propio éxito, lo que atenta contra el desarrollo de nuevos proyectos renovables. El no poder recuperar las inversiones por los insuficientes pagos de potencia de suficiencia, y que los costos marginales a los que se valoriza la energía sean cada vez más bajos e inciertos, hacen que las inversiones en energías renovables experimenten un alto riesgo de entrar en rentabilidades negativas. La última subasta de suministro para empresas distribuidoras, con un 85 % de la energía no cubierta, muestra claramente la falta de atractivo del mercado para los distintos inversionistas.
Hoy, con un 35% de participación de generación eléctrica renovable no convencional, es urgente modificar el modelo marginalista para transitar rápida y ordenadamente hacia un modelo de tarificación con alta penetración de Renovables, y evitar así que se desacelere la descarbonización de nuestro sistema eléctrico. Chile debe cumplir con los compromisos de reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero que asumió internacionalmente y, de esta manera, poder contribuir responsablemente en la lucha contra la emergencia climática que está enfrentando nuestro planeta.