[vc_row][vc_column][tm_heading style=”thick-separator” tag=”h5″ custom_google_font=”” google_fonts=”font_family:Poppins%3A300%2Cregular%2C500%2C600%2C700|font_style:300%20light%20regular%3A300%3Anormal” text=”AIE contempla instalación de 130 GW de energía solar y eólica en el mundo a 2023″ font_size=”lg:32″][vc_column_text]
El Plan de Recuperación Sostenible para el Sector Energético fue presentado por el organismo internacional, donde también se contempla un aumento de la electrificación y un menor consumo de petróleo.
Un promedio de 130 GW de capacidad instalada en energía solar fotovoltaica y eólica que se incorporarían en la matriz energética mundial a 2023, considera el Plan de Recuperación Sostenible para el Sector Energético presentado por la Agencia Internacional de Energía (AIE), una vez que termine la actual pandemia de Covid-19, donde también se incluyen proyecciones como el incremento de la electrificación del consumo, de la mano de una menor demanda de energía.
“El plan de recuperación sostenible comenzaría el proceso de reorientar estructuralmente los sectores energéticos de los países al acelerar el cambio hacia la electricidad y aumentar la proporción de energía suministrada por fuentes de energía bajas en carbono. Si todos los países siguieran las propuestas establecidas en el plan de recuperación sostenible”, indica el organismo.
Medidas
De acuerdo con el documento de la AIE, a 2023 es necesario incorporar 130 GW de capacidad instalada en energía solar fotovoltaica y eólica. “Esta capacidad adicional generaría casi 320 teravatios-hora (TWh) de electricidad en promedio cada año. Esto se basaría en extensiones y mejoras generalizadas de la red, incluidas las redes inteligentes y el almacenamiento de energía”.
Además, se plantea que este desarrollo implica una mayor inversión en redes a nivel mundial, “en aproximadamente un 40% de los niveles observados en los últimos años, impulsando la inversión hacia los niveles necesarios para una red eléctrica más resistente y sostenible”.
Según las estimaciones, la inversión en redes eléctricas beneficiaría también a la energía hidroeléctrica y nuclear. “Esto permite 90 GW de capacidad hidroeléctrica y nuclear que de otro modo se habrían retirado pronto para continuar proporcionando energía baja en carbono mucho más allá del final de la era. plan de recuperación”.
Asimismo se proyecta un incremento de la demanda en el consumo eléctrico, de alrededor de 900 TWh (75 Mtep) a 2023. “En total, la eficiencia de alrededor de 20 millones de viviendas mejoraría drásticamente cada año como resultado del plan de recuperación. Varios usos finales en los edificios podrían cambiar a fuentes renovables, como calentadores de agua solares y calderas de biomasa, para reducir el uso de combustibles fósiles y electricidad. Los incentivos en el plan de recuperación estimularían la compra de más de 350 millones de electrodomésticos de alta eficiencia cada año. Una variedad de mejoras de eficiencia en los procesos industriales frenarían el uso de electricidad”, se señala en el documento.
Este aumento iría de la mano de un menor consumo de petróleo, donde en el sector transporte sería de alrededor de 2 millones de barriles por día menos. “Alrededor de 12 millones de compras de automóviles en promedio cada año serían compras de vehículos con motor de combustión interna (ICE) más eficientes (incluidos los híbridos), mientras que alrededor de 6.5 millones de compras de automóviles serían vehículos eléctricos. El promedio anual total de ventas de autos eléctricos entre 2021 y 2023 sería de alrededor de 8 millones. La demanda de petróleo en el transporte también se reduciría de un cambio en algunas ventas de vehículos comerciales ligeros a modelos eléctricos y de mejoras en la eficiencia de camiones, aviones y barcos”, se plantea.
Fuente: Revista Electricidad[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][tm_spacer size=”lg:30″][/vc_column][/vc_row]